Alrededor de 200 mil mujeres son diagnosticadas con cáncer de mama cada año. Este crecimiento desenfrenado de células malignas en el tejido mamario es el segundo cáncer más común en las mujeres.
El tipo de cáncer que se desarrolla depende de distintos factores, el sitio en el que se originó el tumor, el grado de invasión y la apariencia de las células. Entre las categorías más comunes está el carcinoma ductal, es el más frecuente y se desarrolla en el revestimiento de un conducto, y el carcinoma lobulillar que se origina en los lóbulos de la mama, las glándulas fabricantes de leche. Los senos tienen más glándulas de producción de leche en el cuadrante exterior superior. Como resultado, esta área es particularmente más propensa a desarrollar tumores. 95% de los cánceres de senos se desarrollan en el conducto que transportan la leche hasta los pezones.
La grasa se va acumulando entre los lóbulos y los conductos, permitiendo el desarrollo de futuros tumores. Por esta razón, una de las posibles maneras de prevenir este cáncer es haber amamantado desde temprana edad. El fluído de leche materna evita la acumulación de grasa.
Factores de Riesgo
EDAD: Una de cada ocho mujeres puede desarrollar cáncer de mama a lo largo de su vida. Este riesgo va aumentando con el paso de los años.
HISTORIA FAMILIAR: El riesgo aumenta si algún familiar de línea directa ha sufrido de esta enfermedad.
CAMBIOS EN LOS SENOS: Mujeres que han tenido hiperplasia en una biopsia o el crecimiento de un tumor benigno.
RADIOTERAPIA: Haber estado expuesta a radiación en el pecho a temprana edad.
RAZA: El cáncer de mama es más frecuente en mujeres blancas que en mujeres negras, hispanas o asiáticas.
EMBARAZO: Mujeres que nunca han tenido hijos o que el primero lo tuvo después de los 30 años.
LACTANCIA: No haber amamantado a sus hijos.
HORMONAS: Si las persona tuvo su primera menstruación a muy temprana edad (antes de los 12), o si tuvo una menopausia tardía (después de los 50). También influye haber usado terapia con hormonas durante mucho tiempo.
ESTILO DE VIDA: Si la persona fuma, es obesa o toma mucho alcohol.
Es probable que todas las mujeres tengan al menos un factor de riesgo. Hay algunos que vienen en nuestra genética y por ende no los podemos alterar, tal es el caso de la edad o de la historia médica familiar.
Sin embargo, hay otros que dependen de nuestro estilo de vida que sí podría prevenir, como lo es mantener un peso ideal, hacer ejercicio, entre otros.
Prevención
En el cáncer de mamá, la prevención primaria es difícil debido a su origen multifactorial. No se puede recomendar algo específico y con esto asegurar que no se desarrollará la enfermedad. Lo que sí es viable es la prevención secundaria, a través de exámenes para la detención temprana.
En Venezuela recomiendan la mamografía de pesquisa, es decir, la primera vez, en pacientes que no presentan síntomas a partir de los 35 años y continuar así anualmente.
En cuanto a la periodicidad, el doctor Víctor Acosta, cirujano oncólogo mastólogo, director médico de Ceclines, explica que “si se hace la mamografía y todo salió bien y al día siguiente esa paciente comienza a desarrollar un cáncer, un año es el tiempo que se requiere para que esa lesión sea visible a la mamografía, por eso el control debe ser anual, esperar dos años ya se hace tarde”.
Existe cierto temor en torno a la mamografía. Este examen consiste en la exploración diagnóstica de imagen por rayos X de la glándula mamaria. Su eficaz uso ha logrado reducir hasta 30% la tasa de mortalidad de este cáncer. Sin embargo, hay a quienes no les gusta la idea de la radiación, pero lo que deben saber es que la dosis de rayos X ha sido regulada y estudiada cuidadosamente por los especialistas.
Y al final de cuentas, el daño que hace esta radiación es minúsculo, comparado al enorme beneficio de una detención temprana. El otro método de prevención es el autoexamen. La exploración con tus manos podría detectar quistes o cualquier otro problema mamario entre las visitas al doctor. En la actualidad, 30% del cáncer de mama es detectado ‘in situ’, es decir que no ha salido del conducto mamario ni ha invadido otros tejidos, lo que le permite ofrecerle al paciente una curación al 100%, según nos explica el Doctor Acosta.
Tratamiento
El método para tratar un cáncer de mama es multidisciplinario, es decir, precisa la combinación de diversas modalidades terapéuticas para conseguir un control eficaz. Entre ellas se encuentran la cirugía, la radioterapia, la quimioterapia, la hormonoterapia y la terapia biomolecular. El tratamiento que cada quien elija, en conjunto con su médico tratante, dependerá de muchos factores, principalmente del estado en el que se encuentre el cáncer y cuán avanzado.
El procedimiento quirúrgico más común para el cáncer invasivo es la tumorectomía y la mastectomía.
La tumorectomía es una biopsia escisional que busca preservar la estructura del seno. El especialista remueve solo el tumor con algún margen de tejido saludable, dejando el resto intacto. la mastectomía el seno completo es removido. Por mucho tiempo se creía que la extracción total del seno garantizaba mejores resultados y menos probabilidades de que el cáncer pudiera resurgir, sin embargo, estudios actuales han demostrado que la conservación del seno seguido de tratamientos de radiación tienen las
mismas posibilidades de curación que la mastectomía.
La radioterapia utiliza rayos X de alta energía para destruir células cancerígenas o impedir que las mismas crezcan. Mientras que la quimioterapia se utiliza para interrumpir el crecimiento de las células malignas, ya sea mediante su destrucción o impidiendo su multiplicación. Por su parte, en la terapia hormonal se extraen las hormonas o se bloquea su acción, impidiendo el crecimiento de las células cancerosas.
Sabías que...
Las mujeres que sufren de migrañas tienen 30% menos probabilidades de desarrollar cáncer de mama, según un estudio por parte del Fred Hutchinson Cancer Research
Center.
¡Pregunta!
“¿Es complicado detectar el cáncer de mama si tengo implantes?” Sí. Los implantes puede ser un problema durante los exámenes, sobre todo a la hora de detectar tumores pequeños.
¡Pregunta!
“¿Fluidos están saliendo por mis pezones, pero no estoy embarazada, ¿qué podría ser?” Esto no es tan extraño como suena. Fluidos de muchos colores y texturas pueden ser expulsados por los pezones, bien sea por algo espontáneo o por una estimulación, y la mayoría de las veces es el resultado de la presencia de un tumor benigno, una infección o un efecto secundario de un medicamento. Claro que en algunos casos puede ser síntoma de un desbalance hormonal o incluso cáncer, por lo que siempre es importante consultar al médico.
MITOS
MITO #1
“Desodorantes antitranspirantes causan cáncer de mama” Realidad: Evadir este producto no te garantiza estar libre de esta enfermedad. Este rumor que corrió bastante en cadenas de correo electrónico aseguraba que las toxinas que no se transpiraban, se acumulaban en los ganglios linfáticos provocando cáncer. Sin embargo investigadores de Fred Hutchinson Cancer Research Center en Seattle demostraron que no existe ningún vínculo real entre lo uno y lo otro.
MITO #2
“El cáncer de seno siempre aparece con una protuberancia” Realidad: Aproximadamente 10% de los casos de cáncer de seno no presentan ningún bulto, dolor u otra indicación que cause sospecha. Adicional, un 80% de las protuberancias que se encuentran en los senos son benignas.
MITO #3
“Usar sostén incrementa el riesgo de tener cáncer” Realidad: No existe ninguna base científica o clínica que avale la afirmación de que los sostenes con copa o lisos puedan causar cáncer. Es cierto que las personas que no utilizan sostén son menos propensas a desarrollar un cáncer, pero esto se debe más que todo a que, por lo general, quienes no usan sostén tienen los senos pequeños y esto disminuye las probabilidades del cáncer.
Estoy esperando para ayudarla!