Treinta de cada diez mil limeñas (Perú) son víctimas del cáncer de mama, un mal que si bien tiene muchas alternativas de tratamiento y curación, también puede resultar mortal.
Todo depende del momento en que se descubra su presencia, por lo que resulta un deber de toda mujer mantenerse siempre alerta. Cuanto más temprano el diagnóstico, mayor éxito en la curación.
“Negativo... negativo... negativo...”, lee Jimena, entre suspiros de alivio, los resultados que acaba de recoger de la clínica.
A sus 46 años, ya ha hecho de su control médico anual un verdadero hábito, pues como mujer madura y responsable, sabe que la prevención es el mejor camino para combatir la enfermedad. Sabe también que, a partir de la cuarta década, el organismo del hombre y la mujer requieren de mayor atención en aquellas partes que les son propias. Así pues, mientras ellos deben empezar a preocuparse por eventuales afecciones a la próstata, ellas deben esmerarse en evitar los males que hacen presa, por ejemplo, del útero o de las mamas.
Ella está al tanto de los factores que elevan las probabilidades de que una mujer llegue a padecer de cáncer de mama (ver recuadro), y sabe que pocos se cumplen en su caso, pero también está al tanto de que, en realidad, no hay un grupo que esté libre de riesgo, pues es una enfermedad que no distingue raza, edad ni condición Así que pone en práctica, año a año, aquello de “más vale prevenir que lamentar”.
Además del autotest o exploración de los senos que –echada boca arriba y con los brazos alzados y recogidos detrás de la cabeza– se hace en casa, cada año se somete a un papanicolaou y a una mamografía.
LA TEMPRANA DETECCIÓN:
Las precauciones que toma Jimena no son exageradas, pues el cáncer de mama es un enemigo silencioso, que se va desarrollando dentro del organismo de la mujer sin generar síntomas que permitan notar su peligrosa presencia. Cuando por fin aparece un tumor, que es su principal expresión, la dolencia está ya en una etapa más avanzada. Cuanto más temprano se detecte y diagnostique, mayor el éxito en el tratamiento. De ahí la importancia de estar alertas. “A menor tamaño del tumor, mayores son las probabilidades de curación, ya que puede resultar mortal si es descubierto en una etapa tardía, con metástasis”, explica el doctor Miguel Ángel de la Cruz, oncólogo y cirujano general de la Clínica San Pablo.
ACTITUD POSITIVA Y TRATAMIENTO:
Basándose en su vasta experiencia, el especialista comenta que las mujeres que presentan una neoplasia en alguno de los senos reciben la noticia en medio de una gran conmoción, y pasado el primer impacto, pueden caer en estados de ánimo que requieren de apoyo psicológico. “El estrés y la depresión entorpecen la efectividad del tratamiento y podrían eventualmente provocar que las pacientes lo abandonen o decidan no someterse a él, por lo que el apoyo familiar resulta básico e indispensable”, refiere el doctor De la Cruz. Sobre esa base, se hace más fácil el tránsito por alguna de las varias rutas alternativas que la medicina ha ido abriendo para enfrentar y vencer al cáncer de mama, como son la cirugía, la radioterapia, la quimioterapia, las terapias biológicas y las hormonales.
La intervención quirúrgica tiene la ventaja de que permite saber a ciencia cierta qué grado de invasión ha alcanzado la enfermedad y tratarla en consecuencia. La radioterapia, por su parte, es una técnica que busca derrotar al cáncer mediante el uso de sustancias radioactivas a cuya acción son sometidas las lesiones.
La tan sonada quimioterapia es la administración de materias químicas especiales para que ataquen las células cancerosas y frenen su desarrollo. Un camino alternativo lo ofrecen las terapias biológicas, que consisten más bien en estimular el sistema inmunológico o de defensa del organismo, mediante la aplicación al paciente de productos que generan tal reacción. Finalmente, las terapias hormonales buscan bloquear o complementar la acción de las hormonas involucradas en el crecimiento de un tumor, a fin de frenar su crecimiento.
El doctor De la Cruz aconseja tener cuidado con eventuales diagnósticos de la infección mamaria llamada mastitis, pues una neoplasia en el seno puede fácilmente ser confundida con dicha afección. Del mismo modo, recomienda a las pacientes que ya han debido luchar contra el cáncer en uno de sus pechos, mantenerse alerta respecto al otro, pues una vez que el mal se ha presentado, aumenta el riesgo de que vuelva a aparecer. Mantener hábitos de vida saludables y realizar controles anuales son la clave para detectar a tiempo el cáncer, una enfermedad que puede curarse con éxito si se conoce su presencia apenas aparece. Asimismo, si se presenta, una actitud positiva contribuirá efectiva a la recuperación de la salud.
Haga como Jimena y tenga una actitud preventiva.
FACTORES DE RIESGO
• Envejecimiento.
• Primera menstruación a edad muy temprana.
• No haber dado a luz.
• No haber amamantado.
• Tener el primer hijo a edad avanzada.
• Menopausia tardía.
• Tener antecedentes personales de cáncer de mama u otras enfermedades mamarias no cancerosas.
• Tener antecedentes familiares de cáncer de mama (madre, hermana, hija).
• Haber recibido algún tipo de radioterapia en el pecho o las mamas.
• Sobrepeso.
• Uso prolongado de la terapia de reemplazo hormonal (combinación de estrógeno y progesterona).
• Consumir más de un vaso diario de bebidas alcohólicas.
• No hacer ejercicios regularmente.
MEDIDAS DE PREVENCIÓN
• Controlar el peso corporal.
• Mantener una dieta baja en carnes rojas y grasas animales.
• Evitar el consumo de tabaco y alcohol.
• Realizar ejercicios.
Clínica San Pablo - Sede Surco - Lima - Perú.
Dr. Miguel Ángel De La Cruz.
Esp.: Oncología y Mastología - Consultorio: 402
Nota: Este artículo solo es de información. Este espacio no se dedica al tratamiento del Cáncer de Mama, sino al AUMENTO DE BUSTO.
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